El primer Censo Nacional en Argentina se realizó entre los días 15 y 17 de septiembre de 1869, en cumplimiento de la ley Nº 302/1869, durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento. El mecanismo para su implementación se basó en el recuento de la población que efectivamente estaba presente en el momento del relevamiento, y se hizo mediante entrevista directa.
El operativo fue caracterizado como el primer Censo moderno de la Argentina, y se constituyó en una primera fotografía general de un país recientemente independizado, e implementado en un contexto histórico marcado por la presidencia de Sarmiento (1868-1874); fue la segunda de la llamada “República Unificada”, tras la presidencia de Bartolomé Mitre (1862-1868). El Censo arrojó que la población era de 1.830.214 habitantes, y que la provincia de Buenos Aires ya contaba con casi medio millón. Por su parte, los residentes pertenecientes a grupos indígenas no fueron censados, pero se la estimó en 93.138 habitantes (45.291 en Chaco, 3.000 en Misiones, 21.000 en La Pampa y 23.847 en La Patagonia). Por otra parte, el ejército que se encontraba en operaciones en Paraguay totalizó 6.276 personas, y los argentinos en el exterior se estimaron en 41.000. De los datos obtenidos figura que el 77% de los habitantes nacionales eran analfabetos, que solo el 30% del total se radicaba en ciudades, y que el 29% sabía leer y escribir. Los resultados fueron aprobados por la Ley Nº 565 de 1872.
Puede decirse que el censo midió la calidad de vida de los habitantes a partir de la cuantificación de las condiciones de educación, salud y vivienda, y se concluyó que existían altos niveles de desigualdad. A partir de allí, en tanto presidente de la Nación,Sarmiento dispuso la realización de un análisis geográfico-histórico multidimensional, a los fines de obtener un diagnóstico claro del país que estaba gobernando. El relevo fue dirigido por su superintendente Diego Gregorio de la Fuente y supervisado por el entonces Ministro del Interior y amigo, Dr. Dalmacio Vélez Sarsfield.