El 23 de febrero de 1871, Domingo Faustino Sarmiento inauguró desde Buenos Aires la Oficina Telegráfica en Zárate y envió el siguiente telegrama:
“... El Presidente de la República agradece las felicitaciones de las autoridades y el pueblo de Zárate y al hacerlo, siente placer en retribuirlas a esa rica población rural de Buenos Aires, por poderse comunicar con la instantánea rapidez de la electricidad con todos los pueblos de la República. En retribución, el Presidente se siente feliz al comunicar a las autoridades y Pueblo de Zárate, la terminación de la guerra de Entre Ríos por la victoria alcanzada sobre los rebeldes, en la que se les ha tomado el resto de su artillería, despedazándoles sus fuerzas.”
El uso generalizado que se hizo del telégrafo es descrito por Sarmiento en su Mensaje Anual, leído en mayo de 1872:
“La red de telégrafos toca ya a los Andes (Chile), Salta, Corrientes y Alto Uruguay. El telégrafo trasandino debe inaugurarse en estos días poniéndonos al habla con el Pacífico. El uso del telégrafo se ha introducido tan pronto en nuestros hábitos y su ejercicio diario ha llegado a ser de tal importancia, que la dotación actual de telegrafistas es insuficiente (...) Esta celeridad de las comunicaciones está ejerciendo ya una grande influencia civilizadora, moral y política en los pueblos. Sirve los intereses del comercio y desenvuelve al mismo tiempo sentimientos de fraternidad. Un día del mes pasado partían de Buenos Aires doscientos telegramas destinados a disipar las alarmas que la aparición de la fiebre en Montevideo había despertado en los pueblos interiores.”