El 10 de diciembre de 1853, Domingo Faustino Sarmiento pronunció un discurso durante el sepelio de Nicolás Rodríguez Peña, en Santiago de Chile.
Nacido en Buenos Aires el 30 de abril de 1775 estudios de Humanidades en el Real Colegio de San Carlos,su carrera militar como cadete en el Regimiento Fijo de Caballería de Buenos Aires en 1795 y luego sirvió en el Cuerpo de Caballería de Blandengues logrando ascender a alférez. Posteriormente se dedicó al comercio exitosamente, instalando en sociedad con Hipólito Vieytes una jabonería, en la cual realizaba reuniones clandestinas junto a otros patriotas para conspirar contra la monarquía española. Fue miembro de la Logia Independencia con Juan José Castelli y Manuel Belgrano entre otros. También integró la Logia Lautaro de Chile y fundó la Logia Unión Fraternal de Valparaíso, donde fue iniciado como masón Domingo F. Sarmiento. Defendió a Buenos Aires durante las Invasiones Inglesas. Fue uno de los precursores de la Revolución de Mayo de 1810. Durante su discurso Sarmiento reconoció el rango de Nicolás Rodríguez Peña como prócer de la Independencia, y destacó el rol desempeñado por éste, cuando siendo secretario de Juan José Castelli en la Primera Junta, lo acompañó a Córdoba con motivo del fracaso de la contrarrevolución para hacer cumplir la orden de fusilamiento de los prisioneros. Posteriormente Castelli fue designado Jefe de la expedición al Alto Perú, en esa ocasión, Rodríguez Peña también lo acompañó como secretario y ayudante mayor de campo. Más tarde participó en la Batalla de Suipacha, no pudiendo continuar en la campaña debido a problemas de salud. En 1811 fue nombrado en el Alto Perú gobernador interino de la provincia de La Paz.
Por problemas de salud regresó a Buenos Aires y reemplazó a Mariano Moreno como secretario de la Primera Junta, pero a causa de la Revolución de 1811 se ordenó su destierro a San Juan, se le permitió luego residir en Mendoza y más tarde volver a Buenos Aires. Posteriormente fue designado teniente gobernador de Mendoza. Regresó a Buenos Aires en 1812, y mediante el apoyo de la Logia Lautaro, fue elegido miembro del Segundo Triunvirato.
Luego de la disolución del Segundo Triunvirato, el Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata Gervasio Antonio Posadas lo designó Presidente del Consejo de Estado y le otorgó el grado de Coronel de Ejército. En 1814 asumió como gobernador de la Provincia Oriental, cargo que ejerció poco más de un mes. Nuevamente fue confinado a San Juan debido a enfrentamientos internos, pero cambió ese destino por el de la Villa de Luján en Mendoza.
Cuando se instaló en Tucumán el Congreso Constituyente de 1816 regresó a Buenos Aires, pero se le ordenó abandonar la ciudad y se radicó en San Juan. Aportó capital para la formación del Ejército de los Andes. Después de la batalla de Chacabuco se estableció en Santiago de Chile hasta su fallecimiento.
“Nuestro Prócer de la Independencia ha cerrado los ojos a los 77 años, lleno de fe en los destinos de nuestra Patria, adormecido por las mismas plácidas ilusiones que en 1810 hacían vibrar su corazón.”
